Steve Jones: “El punk no fue montar una banda para vender ropa”

A punto de cumplir 70 años, Steve Jones ( Shepherd’s Bush, Londres, 1955) no se cansa de tocar una y otra vez las canciones que le dieron fama con los Sex Pistols, que el jueves traerá al festival Cruïlla en Barcelona junto a los otros miembros originales del grupo, el batería Paul Cook y el bajista Glen Matlock –sustituido en su día por el malogrado Sid Vicious–, pero con Frank Carter como cantante en vez de John Lydon. Lejos quedan las proclamas antisistema de unas canciones hoy reconvertidas en una máquina de rock para todas las edades. Jones contesta amablemente por videoconferencia las preguntas y no se priva de preguntar si en Barcelona nos afecta la ola de calor y si todavía hay sequía, porque recuerda los trágicos incendios que el año pasado hubo en Los Ángeles, donde vive hace un montón de años.
Será inevitable que el público compare a Frank Carter con John Lydon...
Frank es genial. Tiene 40 años, es mucho más joven que nosotros y aporta mucha energía. Canta las canciones genial y es un gran maestro de ceremonias, le encanta ir entre el público y hacer moshpits... La última vez que toqué con John fue en el 2008, y no fue muy divertido, mientras que ahora todo el mundo se lo está pasando bien y nadie se queja. Toda la banda disfruta mucho, y de eso se tendría que tratar en esta etapa del partido.
Supongo que no mantiene ninguna relación con Lydon...
No, de hecho no he hablado con él desde el 2008, la última vez que tocamos juntos, cuando actuamos en el País Vasco (participaron en el festival Azkena).
Él no para de criticarlos.
Qué se le va a hacer. No tengo ninguna animosidad contra John. Nos lo pasamos muy bien cuando éramos jóvenes y todo el mundo tiene derecho a su opinión. Lo que dice es previsible, de hecho, no espero que diga nada diferente a criticarnos. Lo único que hay en la vida es la experiencia, y yo ya no pienso lo mismo que cuando tenía 19 años. Hay que seguir adelante y crecer. De eso va la vida, no puedes seguir igual, y yo solo puedo cuidar de mí, no puedo estar pensando en los demás.
Lee también¿ Dónde queda la rabia de cuando empezaron los Sex Pistols?
Ahora se trata más bien de pasarlo bien y de celebrar el álbum Never mind the bollocks, que pronto cumplirá 50 años. No se trata de nada más que de escaparse a vernos tocar una hora y media, un rato durante el cual no se tendrán que preocupar por todas las otras mierdas que pasan en el mundo, algo que creo que es muy necesaria ahora mismo.
La angustia vital de los años setenta sigue muy presente...
Sí, pero en la historia siempre ha habido desesperación, en cada generación, y eso no es nada nuevo. Lo único que puedo hacer ahora mismo es intentar que nos lo pasemos bien, es mi única preocupación. Queremos divertirnos, y eso es lo que está pasando.
Aquella docena de canciones se han convertido en grandes hits...
Son canciones pegadizas, es cierto, pero este no era el plan, simplemente las hicimos así, y así nos gustaban. La mayoría las escribimos antes de tener contrato discográfico. No hicimos muchas canciones, pero las que hicimos son geniales.
¿No se cansan de tocar los mismos temas tantos años después?
Para ser sincero, en realidad tampoco tocamos mucho. Originalmente no dimos muchos conciertos y nos separamos pronto. Más tarde hicimos la reunión y gira de 1996, cuando dimos unos 70 conciertos, y después dimos algunos conciertos más. No hemos tocado tanto, no somos como los Rolling Stones, que hace cien años que tocan las mismas canciones. Así que todavía es divertido tocarlas.

Frank Carter y Steve Jones, durante el concierto que Sex Pistols dieron en Oslo el 26 de junio pasado
Rune Hellestad - Corbis / GettyA pesar de la edad, la banda está en un buen momento.
Desde luego, y eso que en septiembre cumpliré los 70 años, soy un carcamal.
Por suerte, su música no necesita solos ultrarrápidos, es más ritmo y actitud, ¿no?
Bueno, podría hacer shredding o cualquiera de estas mierdas si lo intentara, pero es que no me gusta, no lo entiendo, solo me parecen ruidos y no hay nada que sea digno de recordar. No es lo mío, a mí me gustan guitarristas como Mick Ronson –conocido sobre todo por haber tocado con David Bowie– o Paul Kossoff –guitarrista de Free–, sobre todo gente que tiene buen ritmo, es lo único que me interesa. De hecho, no ensayo nunca.
¿Sube al escenario, toca y ya está?
Sí, es así, y estoy contento con lo que hago. No tengo un gran talento técnico, pero tengo un buen feeling.
¿Está muy conectado a la música actual? ¿Qué escucha?
Me gustan muchos grupos diferentes, pero la verdad es que no escucho mucha música dura, solo a veces, y me gustan grupos como los Arctic Monkeys. Escucho mucha música instrumental o simplemente música suave para relajarme, así como el reggae de la vieja escuela. Cuando hacía un programa de radio escuchaba mucha música nueva porque quería descubrir grupos nuevos, pero ahora ya no. Todavía me encanta la música, pero no escucho punk ni metal ni nada, no me interesa. La verdad es que la música cambia y la gente también, y no se supone que te tenga que gustar lo que les gusta a los jóvenes.
La relación con John Lydon “No he hablado con él desde el 2008, cuando tocamos juntos por última vez en el País Vasco”¿Después de un año de gira, hay alguna posibilidad de grabar canciones nuevas?
Estamos centrados en estos conciertos, nos quedan unos cuarenta más. Después ya veremos dónde estamos, y quizá... nunca se sabe. Quizá podríamos escribir algo, pero ahora mismo solo nos lo estamos pasando bien.
Para mucha gente el punk fue poco más que una moda estética.
No éramos una boy band, eso es una chorrada. Éramos un grupo de verdad, y casualmente teníamos a Malcolm McLaren y a su mujer, Vivienne Westwood, como diseñadores para hacer ropa. Desde el punto de vista del grupo, está claro que no se trataba de vender ropa. Vivienne ganaba dinero vendiendo ropa, pero todo el movimiento era moda, imagen y canciones. Era todo junto, no una sola cosa en particular, como Jamie Reid y sus ilustraciones. Era una combinación de elementos, pero no estaba diseñado para montar una banda y vender ropa. Todo eso son burradas. Éramos una banda de verdad.
Y hay quien aún se lo tira en cara...
Bueno, hay mucha gente infeliz en internet y les gusta tirar mierda. Me da igual. El movimiento se demuestra andando, y cuando la gente viene a vernos se lo pasan muy bien, y nosotros también, y me hace feliz que los fans se lo estén pasando bien, es lo único que importa. Y lo que alguien diga por internet son tonterías, no significa nada. Desgraciadamente, hoy mucha gente solo vive delante del ordenador y ni siquiera sale a ver nada. Es una locura. Pero bueno, digo eso y me gusta Instagram, donde tengo una cuenta... aunque a menudo es una pérdida de tiempo, y cuando de golpe te das cuenta de que has estado una hora mirando vete a saber qué, no te sientes bien.
¿Sigue con sus guitarras y los amplificadores de antes, verdad? No utiliza tecnología digital...
Exacto. Todavía toco con una Gibson Les Paul blanca y utilizo amplificadores Marshall, un par de pedales, no muchos. De hecho, solo tengo dos guitarras de gira, no 50, no tengo tiempo para estas gilipolleces, es demasiado complicado. Además, ni siquiera sabría por dónde empezar con las pedaleres digitales, utilizo algunos pedales de efectos, wah-wah, un phaser y distorsión, y ya es suficiente.
lavanguardia